sábado, 4 de julio de 2009

Felipe y su ventana al mundo

¡Ay! porque no se duermen pensó Felipe. Siempre es lo mismo, uno tiene que esperar horas para que se duerman, o al menos intenten cerrar los ojos. Luego se quejan de que no les dejo dormir es obvio. No puedo entrar a mi mundo si ellos no cierran los ojos, sería una hecatombe. Por eso me toca hacerlo tan de noche. Además es su culpa por poner justo mi lugar de trabajo cerca de su cuarto y con vista directa, es como un intento de vigilarme y yo no puedo negarme. Si ellos supieran lo que hago; es tan imprescindible para mi.

El mundo que exploro es genial, me muero de ganas por entrar. Basta unos segundos para poder verlo desde la ventana. Es conocer nuevas personas, vivir otras experiencias. A veces pienso que es el mundo real y que mis padres me han encerrado en una burbuja para que no lo vea -pensaba Felipe- pero les di la vuelta a la tortilla porque ahora ellos viven en un mundo irreal de burbuja mientras yo me alimento del mundo.

Me pregunto que pasaría si ahora saldría de la burbuja y no la reventara, regresaría más tarde y ellos no se darían cuenta. Primero comprobar si están dormidos. Felipe se levanto, vio a sus papas ya dormían con la televisión encendida. Regresó a su lugar de trabajo se sentó y se concentro como decía hace un rato, solo bastaban unos segundos para entrar.

Ahí estaba una ventana hacia ese otro mundo. Por la cual tantas otras veces en completa soledad había observado ese, el mundo al cual el pertenecía. Ahora solo le faltaba cruzarla. La saltó pero cometió un grave error de cálculo y se tropezó con uno de sus pies la ventana se rompió y con ella su burbuja. Estaba frente al mundo de la minoría un mundo más complejo que el de la mayoría porque este une a los dos.

En ese momento pertenecía 100% al mundo real. A su regreso sus padres notarían el cambio, porque el que rompe la burbuja no regresa. Pertenecer al mundo de la minoría es una cosa mas seria, por ser un mundo mucho más completo con las piezas que son omitidas por la mayoría.

Para Felipe ya solo quedaba una solución, el no regresar. Si lo hacía, muchas burbujas, como las de sus padres se romperían y personas que no pertenecen a ese mundo no lo verían bien, sería peor. Así que decidió huir unirse a su mundo de la minoría y dejar a sus padres en sus burbujas de la mayoría.

Nunca lo volvieron a ver, y nunca comprendieron a donde se fue porque solo lo saben los del mundo mas completo.

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